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Nuestra primera empresa participante

Apis/Fruco recibe la auditoría ambiental de CEMRIA en sus instalaciones de Mérida

La sede que la factoría tiene en Mérida es una de las más innovadoras y de mayor capacidad productiva de Europa de conservas cárnicas con más de 7 millones de kg anuales.

Conocimos  la novedosa apuesta por la biodiversidad que han puesto en marcha en la marca mediante un renovado acuerdo de colaboración con la cooperativa ACOPAEX y la empresa agro-tecnológica Syngenta. Con el fin de mejorar la biodiversidad en sus cultivos llevando a cabo la ‘Operación Polinizador’, un proyecto de agricultura sostenible y responsable, son un ejemplo de empresa que trabaja por la Economía Verde y Circular en nuestra región. 

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La Operación Polinizador consiste en la generación de espacios dentro de las plantaciones donde insectos polinizadores y otros artrópodos dispondrán de alimento y refugio. Gracias a estas zonas, no sólo crecerán las poblaciones de polinizadores, sino que desarrollará una mayor biodiversidad de insectos y pequeños mamíferos. Entre los polinizadores encontrados en los márgenes destacan las abejas solitarias con una gran diversidad de familias como halictidos, andrenas o megaquilidos. Entre los insectos auxiliares destacan la familia Syrphidae, cuyos adultos son polinizadores de diferentes plantas cultivadas y silvestres mientras sus fases larvarias se nutren de decenas de pulgones, pequeñas larvas de mariposas nocturnas y cochinillas perjudiciales para los cultivos.

 

Al respecto, el experto entomólogo responsable de hacer seguimiento del proyecto, Óscar Aguado, ha explicado que de esta forma, “se pretende crear reservorios de biodiversidad donde puedan proliferar estas especies beneficiosas a la hora de incrementar la calidad de la polinización y, como consecuencia de la calidad del fruto, la productividad del cultivo”, según ha indicado.

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El pasado 19 de julio el equipo de CEMRIA se desplazó a las instalaciones de Apis/Fruco para realizar la auditoría ambiental como participante del proyecto.

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Guiados de la mano de su Jefe de fábrica conocimos las instalaciones y pudimos comprobar las medidas implantadas y en proceso respecto al impacto ambiental que la industria supone. Entre ellas destacamos su compromiso por convertirse en una instalación con un gasto energético cada vez menor, buscando implantar modelos de producción de energías limpias propias.

En palabras del director general de APIS, Anselmo Motero, “el objetivo común es promocionar las buenas prácticas sostenibles en lo que se refiere a la biodiversidad en nuestros cultivos extensivos e intensivos de tomate en Extremadura. A partir de ahí, se trata de hacer ver a nuestros agricultores los beneficios que aportan, no solo medioambientales sino también en calidad y en productividad, de este tipo de iniciativas”.

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Apis cuenta con un total de 2.500 cooperativistas, de los que más de 200 tienen parcelas de tomate para industria en las Vegas Bajas del rio Guadiana que, por proximidad, proveen de materia prima a la planta de producción de tomate de la empresa en Montijo. En estas parcelas se está implementando el proyecto ‘Operación Polinizador’ de Syngenta. Con la ampliación de este acuerdo, la agroalimentaria extremeña se alinea al 100 por 100 con el plan de compromiso global de seguridad alimentaria y sostenibilidad agrícola de Syngenta, el denominado ‘The Good Growth’, cumpliendo además una de sus máximas; ofrecer al mercado nacional productos más saludables a través del respeto ambiental y la producción sostenible.

Otro de los aspectos destacables de la insdustria agroalimentaria Apis/Fruco es su importante apuesta por la innovación unida al cuidado de la salud. Un aspecto fundamental en la industria agroaliamerntaria que ha sido premiado el pasado año con dos reconocimientos en innovación. Sabor del año 2017 y finalista en los premios de innovación AGROEXPO. 

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Pero no sólo son estas las únicas medidas que la agroalimentaria está llevando a cabo para reducir y/o evitar su impacto ambiental. Además gracias al ecodiseño de sus productos están trabajando fuertemente en reducir el gramaje de sus envases para evitar generar tales cantidades de envases tras su uso. O como la modificación de sus instalaciones para reutilizar la energía generada en determinados procesos de la empresa, la adquisición de materias primas (tomates) certificadas como ecológicas para su línea de este tipo de productos. Por supuesto se trata de materias primas que adquieren de productores de cercanía y extremeños, fomentando la reducción de la huella de carbono e impulsando el comercio de proximidad.

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Por todas estas razones Apis/Fruco Mérida ha cumplido satisfactoriamente con los objetivos del proyecto CEMRIA y desde aquí queremos felicitar a la organización por la línea que están siguiendo, animándoles a continuar en la senda de la sostenibilidad y la producción responsable.

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